Doce son las uvas, Doce son los meses, y con ello esperamos tener suerte.

Toda la vida recuerdo un lío tremendo en mi casa el último día del año, nos juntábamos toda la familia, que no somos pocos…. y cenábamos todos juntos, rapidito y con la broma entre los dientes…. ¡daros prisa, que nos van ha dar las uvas!, siempre el día de Nochevieja me he puesto muy nerviosa, la verdad que cuando somos pequeños nos recorre el cuerpo una sensación especial y no podemos evitar el estar felices, creo que no somos conscientes de lo que quiere decir y conlleva un cambio de año, pero así es como lo vivimos de niños, según crecemos nos damos cuenta que, no todo es oro lo que reluce, y que las Navidades están llenas de hipocresía, pero nos autoengañamos, y nos decimos a nosotros mismo que es un tiempo de esperanza y amor, así que al final hacemos de tripas corazón y disfrutamos de estos días  como buenamente podemos.

En mi casa como manda la tradición nos tomamos las 12 uvas de la suerte, y creo que las tomamos mal, ya que al parecer, no se pueden pelar, ni quitar los pipos, para que den suerte real hay que comerlas enteras, no les basta con que nos atragantemos con el liquido de las uvas…. noooo…. quieren que nos traguemos los pipos y las pieles…. ¡¡Hay mi madre!!....  pero quien marca la tradición??.. Quienes fueron los primeros en comer la uvas??, y por que tomamos doce??, la verdad que son tradiciones, que tenemos, siempre se hace igual, en todas las casas se hace igual, y es de los pocos momentos en que “entre gritos y pitos los españolitos, enormes, bajitos hacemos por una vez, algo a la vez”, como decía mecano en su canción un año más, si esa que cantamos todas las navidades....jejeje..

La tradición de comer las uvas viene de lejos, aunque creo que no nos pondremos nunca de acuerdo, investigando he podido ver que hay diferentes y variadas opiniones, lo que si que parece claro es que la tradición se impuso en Madrid, en la puerta del Sol, todos coinciden en ello. También coinciden en que se toman 12 uvas, unos dicen que son 12, por las campanadas que preceden al nuevo día, otros que son 12  por los 12 meses del año, cada uva corresponde con un mes, en mi casa, tomamos las 12 uvas e impusimos otra tradición justo antes de tomarla, nombramos a una persona de la familia, normalmente la que cumple años en el mes al que corresponde la uva, así mi hermana que cumple en Marzo, siempre la nombramos en la uva 3…jejeje…es un poco complicado ya que hay meses que nombramos a varios a la vez, pero es muy divertido, tenemos la boca llena de uvas y gritamos los nombres como locos…. Bueno mejor dicho, yo grito los nombres y los demás se ríen, pero seguimos, que al final nos dan las uvas.

Cronológicamente nos comemos las uvas según las siguientes historias, ahora cada uno que escoja la versión que más le guste….

Año 1882, Al parecer el Alcalde de Madrid, que en ese año era Jose Abascal y Carredano, decidió multar a los madrileños que  quisieran salir a recibir a los Reyes Magos, ya que era una escusa para pasar toda la noche de fiesta haciendo ruido y bebiendo, por lo que los madrileños al ver que no podían celebrar y disfrutar de una noche en la que todo valía, decidieron adelantar la fecha e ir a despedir el año a la puerta del sol y aprovechar para ridiculizar a los burgueses que despedían el año tomando champán y uvas.

Año 1884, Según el periódico “El siglo futuro”, hemos copiado la costumbre francesa de comer uvas para terminar el año.

Año 1894, En el correo Militar decian que  un grupo de familias que cenaban juntas al oír sonar las campanadas que preceden al nuevo día, comenzaron a comer las uvas y al terminar las doce campanadas gritaron ¡un año más!

Año 1895, El presidente del Consejo de Ministros decidió despedir el año comiendo uvas y bebiendo champán.

Año 1897, La prensa madrileña comienza el año mostrando los siguientes titulares “Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante". Y en años sucesivos la prensa animaba a tomar las uvas con artículos como “Las Uvas Milagrosas”.

Año 1909, Este año hubo en España un excedente de uvas y los viticultores Levantinos como buenos publicista para poder vender toda la uva decidieron impulsar la tradición Madrileña de tomar las doce uvas de la suerte.

En este año es cuando se popularizo, pero como podéis ver los madrileños ya tomaban las uvas con bastante anterioridad…

Que cantidad de historias para al final quedarnos todos con la misma tradición de tomar las 12 uvas de la suerte, desde aquí yo quiero que toméis las uvas, aceitunas, lacasitos, o pasas….o lo que más apetezca, pero que lo toméis con la ilusión de cuando éramos niños, con esos nervios que nos recorrían de pies a cabeza y paraban en la barriga y hacían que las mariposas volaran, y los canguros saltaran…jejeje…y que entremos en el año 2013 con ganas, con el pie derecho, con fuerza y deseando que las cosas cambien, si todos lo pensamos podemos lograrlo.

¡¡FELIZ AÑO 2013!!