Panecillos de San Antón y el perro que me mordió.

Hoy es 17 de Enero y es la festividad de San Antón, como seguro que ya todos sabéis San Antón o San Antonio Abad es el patrón de los animales , yo y los animales no nos llevamos muy bien que se diga...jejeje... pero hay que respetarlos como espero que ellos me respeten a mí.

La verdad que de niña no he tenido muy buenas experiencias con los animales....digamos..... con los perros, ni con los caballos, ni con los gatos, ni con las tortugas, ni con los pollitos...... bueno, no sigo que la lista no para, solo me querían los peces... esos animalillos que por hacer no hacen nada, y solo nadan y comen, nadan y comen..... y que encima son bobos, y no se dejan nada en el plato y se comen todo, todo y todo.....y al final revientan, si es que la memoria de pez es "mu mala", nunca saben si han comido o no, y mientras vean la comida... comen, pero......, hoy no estamos aquí para hablar de peces, hoy quería hablaros de perros, de San Antón y de sus panecillos.

Como os decía hoy se celebra San Antón, y en Madrid tenemos la tradición de bendecir los animales y de paso meter un dulce "pal" cuerpo.... como no hemos comido suficientes turrones, ni mazapanes, por uno más ¡qué más da!.  Hay un dicho popular que dice que "hasta San Antón, pascuas son",  así que hoy, oficialmente, termina la navidad, y yo que pensé que era el día después de reyes. Yo no conocía los panecillos de San Antón, pero me lo dijo una amiga y me puse a investigar, la verdad que la historia es muy curiosa y además viene de muy muy lejos, y no es que lo diga yo, resulta que San Antón era un ermitaño egipcio, y como buen ermitaño vivía solo en el desierto, y dormía en un sepulcro, casi ná, vivió hasta los 105 años, y se dice que hizo varios milagros con animales, pero siempre con la tentación rondando su cabeza, San Antón para poder sobrevenir las tentaciones y el ayuno en el desierto comía estos panecillos que en verdad son pastas, pero que al tener una masa muy poco húmeda aguantaban muchísimo tiempo sin ponerse duras. Estas pastas, panecillos se reparten a los dueños de los animales después de la bendición y para que den suerte se debe de hacer lo siguiente, guardarla en un cajón y poner debajo una moneda, si hacemos esto y no tenemos la tentación de comernos la pasta.... y aguantamos hasta el siguiente San Antón, tendremos buena fortuna. Después de tener a todos los animales bendecidos se celebran las vueltas de San Antón y todos los animales junto a sus dueños procesionan por las calles de Madrid, son unas fiestas en toda regla, y como toda fiesta que se precie tiene su pregonero, y este año no podía ser otro que Frank Cuesta, más conocido como Frank de la Jungla, y que mejor amante de los animales que Él ...... jajajajaja

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yo si os digo que no me acercare a esta fiesta, como os decía al principio del blog, yo y los animales no nos llevamos muy bien, los perros me dan mucho miedo, de pequeña tuve una muy mala experiencia ya que un perro grande, ¡qué digo grande!, enorme, ¡qué digo enorme!,  un perro gigante, se tiro encima mío y me mordió, un poquito, bueno sobre todo me dejo babas por todos laos, me rompió el vestido, parecía el típico anuncio de dos enamorados corriendo por la playa, el problema es que un enamorado era el perro y el otro yo, una pobre niña de 6 años, que solo sabia llorar, no os doy un poquito de pena, snif snif, .... menudo momento, para no olvidar. Anécdotas de animales tengo para dar y regalar, y si mi blog logra llegar al próximo San Antón con vida os las podre contar.